Penetraciones varias.

¿Qué sentís cuando estáis follando con un strapon o realizáis fisting a un sumiso?

Pedro.

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Hola, Pedro:
Lo primero, advertirte que no sé qué se siente al realizar un fisting porque el esfínter de mi sumiso no ha llegado a ese nivel ni de lejos, pero sí te puedo contar qué siento al penetrar a un hombre con mi strap. Poder, control, posesión, responsabilidad, amor, muchas cosas contradictorias, la verdad. No se trata del hecho de ponerte un arnés en la cintura con un dildo, se trata más de someter a una persona y proporcionarle placer. No es algo tan superficial como "follar con el strapon", es el resto del cuerpo que lleva detrás: la cadera que lo empuja, las manos que untan de lubricante la zona con cariño, el cuerpo del sumiso entregado. Yo te haría una pregunta parecida: ¿Qué sientes tú al penetrar a una mujer? Seguro que la sensación debe ser muy parecida, con la diferencia de que, cuando tú penetras a una mujer no siempre eres quien domina, cuando un Ama penetra a un sumiso tiene todo el poder.

AmaLactea.

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1-    Bueno, bueno, Pedro. Seguro que para algunos de los que me siguen va a ser decepcionante mi respuesta, jeje. Pues no soy tan agresiva como a menudo denota mi vocabulario.

Sobre fisting no puedo opinar por experiencia, nunca lo he realizado en nadie, y no creo que lo haga. Razones, no encuentro ningún placer en ello. Me resulta una práctica muy agresiva. Por no hablar del tiempo que requiere al adaptamiento de los esfínteres anales hasta llegar a una óptima dilatación. Resumiendo, ni me atrae, ni tiempo y paciencia para ello tendría.

Mi personalidad y mi forma de entender como dar y, o, recibir placer no acepta todas las prácticas como buenas. Y allá va mi opinión al respecto, respetando a quienes lo practican por supuesto.

Me parece una de esas prácticas que atentan considerablemente contra la salud y los acometidos naturales de nuestro propio organismo, por las consecuencias y efectos secundarios que pueden ocasionar en casos extremos. Eso sin contar que son frecuentes los desgarros si no se hace con cuidado y responsabilidad, y que no podemos prever hemorragias internas o daños que no son perceptibles insitu durante las prácticas. (Para quien no sepa de que se trata, aclaro, es una práctica con variantes y técnicas en las que se introduce la mano parcial o total en el ano o la vagina del sumis@. Hay diferentes técnicas, formas de introducción, pudiendo ser una o ambas manos)

En cuanto al uso de strapon, para mi el placer es psíquico. 

¿Sentir? En ese momento y aunque suene poco morboso, responsabilidad, tener el control conlleva saber usarlo sin dañar y proporcionando el mayor placer posible a mi sumiso.  Muchos hombres heteros son reacios a estas prácticas y no saben lo que su ego les  está privando de disfrutar.

Para mi es un gran placer cuando me entregan su parte más sumisa en un acto de total rendición a mi poder. Que mi sumiso se abandone así poniendo toda su confianza en mi persona, verlo gozar, es el mejor momento de mi rol como su Ama. El poder termina por transformarse en ternura, en algo mucho más cálido, más allá del dominio, es una comunión entre personas que se conocen de un modo intimo, que podría incluso llamarse poco común, y que comparten límites que no son actos para otro tipo de relaciones.

Megan L.J.

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Querido Pedro, 
lamento comunicarte que el strapon no es uno de mis artilugios favoritos. No me produce ninguna satisfacción imitar de forma masculina la penetración y por supuesto hablo de satisfacción mental ya que es evidente que el placer físico de penetrar con un consolador atado a la cintura es nulo. Sin embargo siento una tremenda satisfacción y excitación cuando mi sumiso es penetrado por otro hombre. Normalmente es una práctica a la que les cuesta un poco ceder por tabús. Muchos sumisos desean ser penetrados por una mujer consolador y aunque físicamente es mucho más agradable una polla, se niegan o están reticentes por la educación castrante y las taras morales que todos arrastramos. Por lo que llevarles a ese punto, que cedan  por complacerme y comprobar que disfrutan como unas putas llegado el momento, es mi recompensa.
Me encanta verlo, dirigirlo y potenciarlo con mi presencia.
El fisting anal es una práctica que aún no he realizado y no sé si me dará por ahí alguna vez. La considero bastante extrema, no estoy segura de disfrutarla yo y esa es mi prioridad. Además tendría que encontrar el culo adecuado y el tiempo suficiente, no lo descarto pero tampoco me mata. Sin embargo cuando tenga sumisa estoy segura de que el fisting vaginal va a ser una de mis prácticas favoritas. Por qué? Porque sé lo que se siente, sé que si se hace bien el placer es abrumador, sé que rompe esquemas, sé que después de eso me adorará aún más. Pero sobretodo, porque me apetece, y eso a veces no tiene explicación.

Ama Blanca.